Smart Cities, un futuro urbano que desafía los límites
Seguramente has escuchado hablar de las smart cities o ciudades inteligentes, estos modelos de gestión, están aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar la sostenibilidad, innovación y eficiencia urbana en beneficio de sus habitantes y su calidad de vida, capitalizando las ventajas de una sociedad hiperconectada, colaborativa y en constante desarrollo tecnológico, proponiendo una solución eficaz a todos los retos que supone una gran ciudad, como lo es la movilidad, economía, servicios públicos, empleabilidad y participación ciudadana, entre otros.
Es aquí donde el concepto de smart cities trasciende la mera incorporación de la tecnología; pues ahora se trata de la manifestación de un futuro urbano sostenible y vibrante. Estas ciudades emergen como respuesta a la imperiosa necesidad de reducir nuestra huella de carbono, impulsando la inteligencia artificial y fomentando edificaciones que sean autónomas en sus recursos. Con este enfoque se promueven modalidades de consumo y producción que se adaptan de manera armoniosa a las características geográficas, sociales, económicas y culturales de cada lugar.
Cuando hablamos de la construcción de una metrópoli de vanguardia, no siempre implica iniciar desde cero. Muchas ciudades han abrazado este concepto transformando la estructura existente, buscando así obtener el codiciado estatus de “ciudad inteligente” beneficiándose de los resultados. Aunque no estén completamente definidas las directrices precisas para esta distinción, existen ciertos aspectos que deben considerarse, los cuales implican realizar las adaptaciones necesarias para optimizar los recursos y encaminarse hacia un futuro más eficiente y sostenible.
Entre los ejes reconocidos y más aprovechados están la eficiencia, interconectividad, seguridad y sustentabilidad. En este sentido, para ser eficientes necesitamos ser poseedores de información a través de la recopilación de datos, que permitan generar valor agregado al proyecto, marcando una diferencia significativa para el mejor desempeño de los elementos que nos ayudarán a darle soporte a la ciudad e interconectarla con otras ciudades inteligentes en búsqueda de nuevas opciones, pudiendo tener de manera inmediata una visión global de su impacto.
En otras palabras, el uso de la inteligencia artificial como parte de una solución urbana, aporta múltiples beneficios, principalmente garantiza su eficiencia energética, interconexión, monitoreo, detección de anomalías, mantenimiento y proyección de gastos; que se traduce en la gestión eficiente de recursos como la energía, agua, tratamiento de residuos, disminución de ruido, congestión vehicular, altas concentraciones de ozono, periodos de mantenimiento de las estructuras y los sistemas…; abriendo la posibilidad, de obtener el control de servicios públicos como semáforos, servicios de transporte, ubicación de zonas conflictivas, patrullaje, mantenimiento, sistemas de videovigilancia, emergencias e intercambio de información en tiempo real entre los más inmediatos, mejorando así el rendimiento de acuerdo a los patrones de comportamiento de las urbes.
Y ya que hablamos de comportamiento de las urbes, uno de los problemas más urgentes para las ciudades de todo el mundo, es sin duda alguna la movilidad, donde gracias a tecnologías como los gemelos digitales ahora podemos planificar una metrópoli que ofrezca soluciones atinadas para evitar la formación de cuellos de botella y mejorar la comodidad de los locales.
Para lograr este objetivo, es fundamental trabajar en colaboración con los diferentes niveles de gobierno, promoviendo políticas y estrategias que fomenten el diseño de sistemas de transporte público eficaces, equitativos y seguros. Estos sistemas deben estar integrados con conceptos emergentes como la movilidad como servicio (MaaS) y otras plataformas innovadoras. En este contexto, la innovación y la adopción de vehículos autónomos, conectados, eléctricos, compartidos y sin conductor juegan un papel crucial.
Para avanzar en esta dirección, es esencial construir infraestructuras sostenibles, tanto físicas como digitales, que respalden estas soluciones de movilidad innovadoras en los sectores público y privado. La creación de una infraestructura adecuada garantizará la viabilidad y la eficiencia de los sistemas de transporte del futuro, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y a promover un desarrollo urbano más sostenible.
La participación activa de la sociedad civil emerge como un elemento crucial en la gestión urbana. Siguiendo las mejores prácticas, es esencial adoptar plataformas que faciliten la colaboración entre ciudadanos, autoridades gubernamentales y el sector privado para afrontar los desafíos públicos de forma conjunta. En este sentido, diversas plataformas han sido diseñadas para recolectar datos a través de interfaces móviles, brindando a los funcionarios gubernamentales la posibilidad de visualizar los resultados de encuestas y cuestionarios, que constituyen una base sólida para la toma de decisiones basadas en las necesidades reales de la comunidad y la situación concreta.
Como puedes ver el papel de los arquitectos, diseñadores e ingenieros civiles es crucial, así que te recomendamos estar a la vanguardia en el uso e incorporación de la IA, LoTs, MaaS y Big Data como parte de una solución a tu proyecto, pues cada vez serán más comunes las solicitudes de desarrollos encaminados a construir o adaptar en la medida de lo posible este tipo de ciudades, por lo cual te recomendamos estar preparado.