MUMEDI: La Embajada del Diseño que Une Historia y Creatividad Global.
Álvaro Rego es propietario, curador, diseñador, creativo y embajador del Museo Mexicano del Diseño (MUMEDI), un espacio multidisciplinario dedicado a la exhibición, experimentación y comercialización del diseño y la creatividad. Este proyecto incluye un hotel boutique, un restaurante y una tienda con más de 10 mil piezas, que abarca desde artículos únicos hasta un museo con una gran sala de exhibición. Este espacio ha albergado piezas de diversas partes del mundo, como fotografía, cerámica, joyería y artes gráficas, que han viajado para ser exhibidas, y también ha sido sede de múltiples exposiciones internacionales.
Para hacer esto posible, Álvaro Rego rescató un edificio histórico que había sido intervenido a lo largo de los siglos, pasando de ser una pirámide a la casa de Hernán Cortés y Tegostes en el siglo XX. “Entonces, digamos que sufrió muchas transformaciones; se rescató cada pedazo a la época que le correspondía, lo que más se podía rescatar. Fue un trabajo que realmente nos tomó casi 20 años”, señala Álvaro.
La idea era convertir el edificio en el Museo Mexicano del Diseño y, de alguna forma, hacer que el proyecto fuera al menos sustentable. Para lograrlo, se creó un restaurante que comenzó como una pequeña cafetería, cuyo objetivo era ser un punto de encuentro para la creatividad, un mespacio donde cualquier creativo del mundo pudiera reunirse, rodeado de arte, exhibiciones e inspiración.
Por otro lado, la tienda ha sido siempre un laboratorio de experimentación en el que cualquier diseñador puede ofrecer sus productos, incluso desde una sola pieza. Han sido varios los casos de éxito que han florecido en este espacio, lo cual es un gran motivador para Álvaro.
Otro de los espacios que te recomendamos ampliamente es el hotel, que cuenta con la mejor calificación de la zona, destacándose por su diseño y funcionalidad. Álvaro optó por crear piezas indestructibles y explica: “Entonces tienes como estas cubiertas que son piedra sintética a un grado abajo del diamante. Detalles como la inclinación de la cabecera, que son unos cuantos grados, que muchas veces en un hotel, por reducir el espacio al mínimo, no se pueden dar ni siquiera ese lujo de unos 20 centímetros de inclinación. Pero cuando estás viendo la televisión desde tu cama, pues eso hace la diferencia. Poner los apagadores a ambos lados de la cama y donde puedes controlar toda la iluminación también es un detalle que lo vuelve muy cómodo”, señala.
Álvaro nos cuenta que, derivado de su trabajo, ha tenido la oportunidad de viajar mucho a hoteles boutique, donde ha encontrado cosas que, sin duda, ha pensado en imitar, pero que en su mayoría ha preferido evitar.
También nos comparte que para él la funcionalidad es la máxima prioridad. Como ejemplo, menciona el mobiliario del hotel, que cuenta con rueditas, lo que facilita su limpieza y lo hace mucho más higiénico para todos. Todo esto se logra sin sacrificar la belleza de la casa, respetando siempre sus dimensiones y estructuras.
Entre los detalles que se pueden encontrar están las puertas y ventanas, que son de doble cristal. Las que dan hacia el interior del patio son de madera y fueron fabricadas en España. Álvaro nos cuenta que en México no existe esa tecnología, la cual incluye sellos acústicos y térmicos que han obtenido las certificaciones más altas de Europa. “Esos pequeños detallitos, ningún hotel en el centro los tenía; después de nosotros, algunos los están empezando a implementar”, señala.
Por su parte, las limitaciones arquitectónicas también se hicieron presentes al intentar integrar instalaciones nuevas donde estaban las antiguas. Sin embargo, Álvaro explica que algunas de estas instalaciones valía la pena conservarlas, ya que estaban en perfecto estado y eran bellísimas.
Recuerda que, durante los trabajos de restauración y remodelación, los plafones para recortar los techos altos de 4 metros no eran una opción debido a la cantidad de basura que se acumulaba. En cuanto a los muros de los patios y de la planta baja, a diferencia de los edificios colindantes, nos comparte que ellos respetaron el proceso de restauración. Para ello, retiraron la cal y la arena de los muros y las volvieron a utilizar para rellenar las grietas del propio edificio, usando el material original. Álvaro nos explica la razón: “Cuando tiembla, estos muros se mueven como gelatina, pero cada piedra es un engranaje. Si tú le rellenas con concreto, es como si le metieras una barreta de acero, y van a salir volando las piedras en uno. En cambio, así sigue teniendo su maleabilidad el inmueble y funciona mucho mejor. Pero eso fue un trabajo titánico. Las piedras se limpiaban a mano, lentamente”.
Álvaro nos cuenta que durante las instalaciones se realizaron dos calas, lo que permitió descubrir la estructura del piso de la casa de Hernán Cortés, y más abajo, la pirámide del papá de Moctezuma. Recuerda: “Solo lo hicimos en dos pequeños tramos, fotografié, volvimos a cerrar y ahí se quedó”.
También nos comparte que, en el edificio de al lado, se hicieron calas más profundas y “se dieron cuenta deque a los 15 metros se detenía la pirámide y ya empezaba suelo firme, lo cual nos da mucha tranquilidad, ya que este edificio está soportado por 15 metros de pirámide. ¿Por qué construyeron esa pirámide aquí? Y con ese gran peso, porque era uno de los islotes del lago, entonces estamos en la parte más sólida”, señala.
Hablando del museo, Álvaro nos cuenta que son completamente independientes y recuerda que en su momento utilizó una revista para publicar los trabajos de varios diseñadores, entre los que
destacan Hugo Herrerías, quien diseñó Sal de Uvas Picot, el logo de Telmex, Chocomilk y Pancho Pantera. “La mitad de las marcas que conocemos en México las hizo él, y nadie lo conocía”, añade Álvaro, al tiempo que recuerda otros diseñadores como Gabriel Martínez Meave, quien también tenía un gran portafolio.
En cuanto a la organización de las exposiciones, Álvaro nos comparte que lo hace de manera totalmente abierta, permitiendo que cualquiera pueda participar, siempre y cuando tenga talento, sin importar la edad. Recuerda que la exhibición “A la muerte con una sonrisa” invitó a 40 personas, tanto nacionales como extranjeras, quienes participaron con un cartel cada uno. Estos carteles fueron colocados en el restaurante, lo que dio paso a exhibiciones cada dos años, acumulando más de cinco mil carteles en la última edición, donde se registraron más de 20 mil carteles provenientes de 172 países. “O sea, casi todo el planeta participó”, apunta.
Para Álvaro, no hay mayor satisfacción que hacer lo que realmente te apasiona. Ser el dueño, director y curador de cada exhibición implica una cantidad enorme de trabajo, pero a lo largo de la entrevista nos transmitió cuánto le apasiona su labor. “Mientras lo disfrutes, no se siente tanto; por eso es bien importante escoger lo que vas a hacer en la vida, porque lo vas a hacer durante mucho tiempo”, sentenció.
Los elementos que marcan la diferencia y crean una experiencia única en MUMEDI son, sin duda, la combinación de lo antiguo con lo moderno, un buen diseño que es, además, confortable, estético, agradable a la vista y saludable. En este último punto, Álvaro destaca el uso de mobiliario ergonómico, así como la reducción de emisiones dentro de las habitaciones a través de una pintura especial que ayuda a cumplir este objetivo. Como parte de su compromiso con la ecología, tampoco encontrarás botellas de agua en las habitaciones.
Entre las cosas que no son tan visibles pero que también marcan la diferencia se encuentran los refrigeradores suecos y los colchones. “Son colchones súper especiales, y en cada habitación hay diferentes. Por ejemplo, el de la suite 5 es un colchón hecho a mano, confeccionado con seda y cashmere, y está firmado por el artesano que lo hizo”, explica Álvaro. “Es un colchón valuado en aproximadamente 200 mil pesos que hemos conseguido a través de intercambios para ofrecer al huésped una experiencia de ultra prime mundo a un precio accesible”, señala.
“Lo que más nos llena es cuando alguien entra y se apropia del lugar; eso es precioso”, comparte Álvaro. En esta dinámica, han logrado reunir más de 10 mil piezas provenientes de diversas partes del mundo, ofreciendo una variedad extensa y creando una verdadera ventana que permite al visitante encontrar piezas únicas de diferentes regiones.
En este sentido, MUMEDI ha funcionado como un semillero de talentos. Álvaro nos comparte uno de los ejercicios más divertidos: “Unas carteras de piel y piel sintética, al principio (el fabricante) nos traía al mes unas 10 o 15 carteras como máximo. Se vendían bien, estaban muy bien hechas, y le dije: ‘Enfócate en llenar el producto’. A partir de ahí, sus ventas se dispararon, y ahora venden en Amazon”. Así es como Álvaro ha buscado que la tienda no solo sea un punto de venta, sino también un espacio para el crecimiento de las marcas y su difusión.
Álvaro también menciona que han tenido creativos que dicen: “A mí me pagó Vans 40 mil dólares por intervenir unas chanclas, ¿no? Entonces, qué padre, qué buena onda. Si quieres que te paguemos 40 mil dólares por hacer una pieza para esta exhibición, entonces este proyecto no es para ti”.
Álvaro subraya que este tipo de proyectos tienen una difusión increíble; aparecen en todos los medios y atraen a mucha gente. “Entonces, también tienes que considerar si esa difusión te beneficia. Si no te sirve, entonces tampoco es el proyecto para ti”, acota.
Álvaro nos explica que al principio se exhibía arte en colaboración con diversas embajadas. Sin embargo, con el tiempo comenzaron a involucrarse empresas, como fue el caso de MetLife con el proyecto Snoopy, en el cual se intervinieron más de 230 piezas. También recuerdan el 50 aniversario de Batman, y señala: “Cuando se subastaron algunas de las piezas, una fue comprada incluso por un jugador del Real Madrid en España”. Desde hace 10 años, colaboran con MGM en el proyecto de la Pantera Rosa, que, al tener muchos fans, ha resultado ser un proyecto bastante interesante.
Álvaro considera que sus proyectos tienen tanto éxito porque los diseñadores buscan hacer algo diferente a lo que normalmente hacen, permitiéndoles explotar su creatividad, divertirse y mostrar su trabajo a un público amplio. Ejemplos de esto son piezas icónicas como el “Batriachi” (un Batman mariachi) y el “Batman Maya”, este último proyecto que llevó a que el diseñador fuera contratado por Hard Rock Café para crear unas armaduras.
En MUMEDI, puedes encontrar piezas tan espectaculares como un patito de China. Álvaro nos cuenta: “Se supone que había un montón de patitos en un contenedor cruzando el Pacífico, y el contenedor se cayó. Los patitos llegaron a diferentes partes del mundo y se hicieron muy populares. Yo quería tener un patito de colección para MUMEDI, para que los huéspedes tuvieran un patito de edición limitada”.
Álvaro también recuerda las formidables piezas de Cristina Orozco, quien ha contribuido con un tapiz bellísimo en la exhibición de la Pantera Rosa. Cristina ha participado en repetidas ocasiones en las exhibiciones, lo que demuestra que, mientras hay nuevos talentos, también existen artistas consolidados que continúan ofreciendo trabajos maravillosos.
Además, Álvaro hace una atenta invitación para que, si estás interesado en ofrecer tus proyectos, te acerques a MUMEDI con tu propuesta, desde una sola pieza.
En cuanto a los planes futuros, Álvaro proyecta repetir la exhibición “La Muerte con una sonrisa”, que ha tenido una gran respuesta, incluyendo participaciones en países como Finlandia, España, China y Estados Unidos. Este tema tiene un enorme potencial, ya que es infinito y permite que la imaginación vuele, dado que nadie sabe qué hay más allá.
Además de los proyectos que Álvaro tiene con China, Austria e Italia, los cuales han sido repetidos debido al exito obtenido, recuerda el gran impacto de la exhibición de la Pantera Rosa, que fue tan exitosa que le han solicitado reproducirla en Latinoamérica.
Álvaro también nos comparte que, a lo largo de su trayectoria, ha impartido más de 400 conferencias en todo el mundo. Esta experiencia le ha otorgado una visión amplia en temas de diseño y creatividad. Su formación en diseño gráfico, joyería, arquitectura e industrial le ha permitido crear piezas para sí mismo. Considera que lo maravilloso de ser creativo es la libertad de moverse y adaptarse a diferentes proyectos, una perspectiva con la que coincidimos plenamente.
Sin duda, lo que hace MUMEDI es sensacional, con solidándolo como la embajada del diseño, la cual no puedes dejar de visitar, aún hay tiempo para deleitarte con la exposición de la Pantera Rosa, ¡estará disponible hasta el 31 de septiembre así que no faltes!