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Arquitectura de Diseño EMOCIONAL

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Es hora de sumergirnos en una entrevista exclusiva con Jimena Fernández, quien es arquitecta graduada de la Anáhuac y con una Maestría en Edificios de Tecnología Avanzada de la Universidad Politécnica de Madrid, Jimena es una experta en arquitectura sustentable certificada como LEED AP. Prepárate para adentrarte en el emocionante mundo del diseño emocional y ser inspirado por las ideas que Jimena tiene para ti.

Comenzamos nuestra entrevista con Jimena preguntándole cómo definiría la arquitectura en términos de generar cambios cognitivos en los usuarios. Compartiéndonos que su enfoque está basado en la arquitectura emocional, que se centra en cómo las personas actúan según sus deseos más que sus pensamientos. Jimena basa su metodología en la idea de que las emociones y las pasiones son motores poderosos en la vida de las personas. Esta filosofía ha permitido que su diseño emocional genere cambios conductuales positivos en quienes interactúan con sus obras, siendo esta una parte significativa de su proceso creativo.

Nuestra conversación nos llevó a un ejemplo que Jimena compartió: ‘Hablando de un tema de sustentabilidad, es ir enseñando a la gente a respetar más el medio ambiente, a ser más éticos, más incluyentes, considerando su entorno.’ Jimena es una firme creyente de que la arquitectura tiene el poder de sembrar pequeñas semillas dentro del usuario:

Comenzamos nuestra entrevista con Jimena preguntándole cómo definiría la arquitectura en términos de generar cambios cognitivos en los usuarios. Compartiéndonos que su enfoque está basado en la arquitectura emocional, que se centra en cómo las personas actúan según sus deseos más que sus pensamientos. Jimena basa su metodología en la idea de que las emociones y las pasiones son motores poderosos en la vida de las personas. Esta filosofía ha permitido que su diseño emocional genere cambios conductuales positivos en quienes interactúan con sus obras, siendo esta una parte significativa de su proceso creativo.

Nuestra conversación nos llevó a un ejemplo que Jimena compartió: ‘Hablando de un tema de sustentabilidad, es ir enseñando a la gente a respetar más el medio ambiente, a ser más éticos, más incluyentes, considerando su entorno.’ Jimena es una firme creyente de que la arquitectura tiene el poder de sembrar pequeñas semillas dentro del usuario:

DE NOSOTROS DEPENDE QUE ESAS SEMILLAS SEAN
PARA HACER ALGO BUENO Y NO

Para ella, un buen diseño no solo mejora las cosas prácticas, sino que también te guía hacia una conducta más ética e inteligente, brindando una fortaleza enorme a la arquitectura en beneficio del usuario.

En este sentido le preguntamos a Jimena, que significa la ética para ella, cómo la concibe, y nos compartió que para ella “la ética es todo lo que está bien hecho, tú sabes cuando estás haciendo algo bien, tú sabes cuando estás haciendo algo que parece bueno pero no es cierto, entonces primero que nada es seguir los lineamientos, si hay una norma cumplirla, en temas como la sustentabilidad (es) no hacerlo por encimita, o sea porque tú puedes salir a vender que estás haciendo un proyecto sustentable y meter ciertas tecnologías o hacer ciertos cambios y al mismo tiempo estar utilizando materiales que no son sustentables o haciéndolo en una región que tiene un daño ambiental, y eso, es una cosa no ética, punto”, senaló.

Jimena destacó la maravilla de las nuevas generaciones al señalar que estos conceptos ya los tienen más aprendidos en comparación con las viejas generaciones, ellos lo tienen súper claro, “no se los tienes que enseñar, no se los tienes que vender, tienen claro qué es bueno y qué es malo”. En este sentido, mencionó que hay ocasiones en las que se presentan proyectos increíbles, pero se percibe que no serán buenos para el medio ambiente ni para la sostenibilidad, o que simplemente buscan ser sostenibles por cumplir una normativa superficialmente. Para Jimena, eso no es ético. Destacó la importancia de tener una balanza moral muy clara.

Asegura que todos los proyectos que ha realizado han sido bajo este esquema, y nos compartió una anécdota: “En algún momento me tocó retomar un proyecto donde el despacho anterior había sugerido los muros de colindancia con Tablaroca para reducir costos”. Tuvo que levantar la mano para corregirlo y hacerlo de la mejor manera. Otra anécdota fue cuando desarrollaba unas oficinas y le pidieron meter más gente de lo que permite el código, algo que no era posible ni por normativa ni a nivel de aire acondicionado, además de que no estaba calculado para eso. “Entonces ahí es donde tienes que ser muy claro, y no solo ser un dibujante para el cliente, sino un consultor”, añadió. “Ahí no es tanto por la ética, sino el deber ser, porque si solo quisieran que les dibujaras los planos, probablemente tendrían a alguien que les dibuje los planos”, aseveró.

Siguiendo nuestra entrevista, le preguntamos cuál es el papel de la arquitectura y el compromiso que tiene su despacho como factor de cambio. Y su respuesta fue:

MEJORAR LA ARQUITECTURA

De entrada, resalta su compromiso con la sustentabilidad, enumerándonos algunos puntos importantes en su filosofía.

El primero de ellos, es utilizar materiales que no dañen el medio ambiente. Jimena recuerda que cuando inició su carrera, se hablaba ya de un problema de agua, que se avecinaba y que hoy es latente. Se preguntó a sí misma “¿Qué puede hacer la arquitectura?, un montón de cosas porque nosotros ya sabemos cuáles son los problemas que vienen y se tienen que ir empezando a arreglar”, en este contexto destacó que no se trata de una arquitectura responsiva, sino de una arquitectura propositiva que contribuya al medio ambiente utilizando materiales como por ejemplo: “… descargas cero, poco consumo energético, poco consumo de agua, tratamiento de agua pluvial, etcétera”, evitando así generar un impacto negativo.

En segundo lugar, sería “hacer espacios creados con empatía”, pues considera que el principal problema que existe hoy en la arquitectura es la falta de empatía, anteponiendo el beneficio de todos como una comunidad en vez del beneficio propio. Mencionó que “la gente tiene que empezar a pensar en lo que necesitamos, en lo que queremos, en lo que se necesita para generar un bien común. Yo sí estoy comprometida a generar un bien común”. Señaló que para ella la arquitectura no es una escultura, “sino un espacio que va a transformar la vida de quien lo habita”, es decir, un espacio que no impacte en el medio ambiente, que sea lo más atemporal posible y que no siga tendencias, porque “las tendencias se pierden, pasan de moda, sino que sean espacios atemporales y dejar de hacer cosas que vuelvan basura. Mientras más efímera sea la arquitectura, menos ética es”, sentenció.

UN ESPACIO QUE VA A TRANSFORMAR LA VIDA DE QUIEN LO HABITA

También le preguntamos cuál es su compromiso con la arquitectura, el cual expresó, radica en entender el entorno y el espacio donde se está trabajando, siendo empático con los proyectos, los clientes y el usuario final. “hoy a hay muchísimas problemáticas allá afuera que la arquitectura podría ayudar a arreglar, por ejemplo, la vivienda responsable, la vivienda sostenible, los materiales que se utilizan”, utilizando incluso los materiales que tenemos a la mano, señaló.

Para Jimena lo más importante en la arquitectura es la empatía, para ella los proyectos deben responder no sólo a un cliente o un usuario final sino también a las necesidades básicas de la región, además de incluir temas de accesibilidad.

No podíamos dejar de preguntarle cuáles son sus materiales favoritos y nos platicó que le encanta integrar materiales locales como piedras, pero también aquellos que vienen de otros lados, que son sustentables o tienen una tecnología detrás, pero también para ella es importante saber qué pasará con estos materiales el día que acabe su vida útil, si se podrán volver a utilizar o qué tan grande será el impacto que dejarán, nos explicó.

Al preguntarle a Jimena sobre el desafío de crear espacios funcionales, estéticamente atractivos y emocionalmente resonantes para los usuarios, Jimena nos compartió que el secreto es leer bien al usuario, leer bien al cliente, señalando que, en la medida que conozcamos al usuario y sus necesidades, lo que quiere sentir y conseguir con este proyecto, así como en la medida entendamos el proyecto, conseguiremos tener un proyecto exitoso que transforma vidas.

Su consejo para los estudiantes es “que sigan sus pasiones, qué es lo que quieren hacer, cómo lo quieren hacer y cómo sí, no pretextos, sino buscar qué es lo que los mueve, creo que ese es el futuro de las cosas”, señaló, al tiempo de comentar que, si realmente es pasión lo que mueve a un estudiante para estar en la carrera, lo va a conseguir, pero si lo hace porque alguien más te dijo que lo hiciera, atendiendo factores externos, a lo mejor te cuesta un poquito más de trabajo. Lo importante se acuerdo con Jimena, es seguir sus pasiones, no soltar aquello que se está haciendo, “hacerle caso a tu instinto, en una de esas dar un pasito para atrás y cambiar el diseño que estás haciendo, cambiar la metodología que estás usando, el approach que estás viendo para un cliente o para otro”.

Para Jimena las universidades tienen un compromiso enorme, y la oportunidad de hacer entender a las nuevas generaciones de arquitectos tienen esta posibilidad de cambiar las cosas a través de diseño. Señaló que “hay una oportunidad dentro de la arquitectura mexicana, (donde) hoy por hoy estamos de moda… las universidades ahorita deben ayudar a los chavos a entender sus pasiones…, a sacarlos y enseñarles la vida real, a exigirles que trabajen temprano… hemos encontrado que las nuevas generaciones se tardan mucho en salir a trabajar y lo que te enseñan en la escuela es apenas una pequeña parte de lo que va a pasar allá afuera”, también urgió a las universidades a “enseñarles qué hay en México, cuáles son las fortalezas, qué tenemos que no tienen otros países para hacer más fuerte este quehacer arquitectónico que después puedan implementar afuera”, señaló. Finalmente le preguntamos a Jimena cómo le gustaría que la recordarán, cuál sería su legado, y nos compartió que le encantaría “ser recordada por hacer una arquitectura para todos, que ayuda al usuario a ser más feliz…, a continuar con su vida, pero sobre todo que le ayude a prosperar, creando espacios donde puedan crecer, donde sus hijos puedan crecer, no solamente a nivel edad, sino a nivel persona, y por ejemplo si es una oficina que la gente prospere ahí, y que se vayan y abran su propia empresa, eso es lo que a mí me gustaría, mi metodología emocional va muchísimo a diseñar para prosperar”.

Para Jimena las universidades tienen un compromiso enorme, y la oportunidad de hacer entender a las nuevas generaciones de arquitectos tienen esta posibilidad de cambiar las cosas a través de diseño. Señaló que “hay una oportunidad dentro de la arquitectura mexicana, (donde) hoy por hoy estamos de moda… las universidades ahorita deben ayudar a los chavos a entender sus pasiones…, a sacarlos y enseñarles la vida real, a exigirles que trabajen temprano… hemos encontrado que las nuevas generaciones se tardan mucho en salir a trabajar y lo que te enseñan en la escuela es apenas una pequeña parte de lo que va a pasar allá afuera”, también urgió a las universidades a “enseñarles qué hay en México, cuáles son las fortalezas, qué tenemos que no tienen otros países para hacer más fuerte este quehacer arquitectónico que después puedan implementar afuera”, señaló. Finalmente le preguntamos a Jimena cómo le gustaría que la recordarán, cuál sería su legado, y nos compartió que le encantaría “ser recordada por hacer una arquitectura para todos, que ayuda al usuario a ser más feliz…, a continuar con su vida, pero sobre todo que le ayude a prosperar, creando espacios donde puedan crecer, donde sus hijos puedan crecer, no solamente a nivel edad, sino a nivel persona, y por ejemplo si es una oficina que la gente prospere ahí, y que se vayan y abran su propia empresa, eso es lo que a mí me gustaría, mi metodología emocional va muchísimo a diseñar para prosperar”.

Ella es Jimena Fernández

Una arquitecta comprometida con la sustentabilidad, la ética y el impacto positivo en la sociedad, sus reflexiones sobre la arquitectura emocional, la responsabilidad ambiental y la importancia de la empatía en el diseño de espacios han sido verdaderamente inspiradoras. Esperamos que estas ideas hayan dejado una semilla de conocimiento y reflexión en ustedes, ya que, como mencionó Jimena, cada pequeña acción cuenta para generar un cambio significativo.

Recuerden que la entrevista completa está disponible en el Spotify de Darius Arquitek. Les invitamos a profundizar en estos temas y a explorar más sobre el fascinante mundo de la arquitectura sustentable y el diseño emocional. Que este encuentro haya sido una fuente de inspiración para sus proyectos futuros y un impulso para seguir explorando nuevas ideas y soluciones en el ámbito de la arquitectura y el diseño.

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