LEED y BREEAM: Impulsando la Revolución Verde en la Construcción Mexicana.
La industria de la construcción en México está adoptando cada vez más las prácticas de edificación sostenible, donde las certificaciones LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) y BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) se han convertido en herramientas valiosas para evaluar y reconocer el desempeño ambiental de las edificaciones. Actualmente en México, el número de edificios con estas certificaciones va en aumento, lo cual demuestra el compromiso del sector con la sostenibilidad.
Pero, en qué consisten, qué aspectos se evalúan y cuáles son las recomendaciones para que tu próximo proyecto sea candidato a estas certificaciones y contribuyas con edificaciones sostenibles, aquí mismo te lo compartimos.
Comenzaremos por platicarte que las certificaciones LEED y BREEAM son sistemas de evaluación de edificios verdes que miden el impacto ambiental de una construcción a lo largo de su ciclo de vida, o sea desde el diseño y la construcción hasta la operación y el desmantelamiento, donde se evalúan aspectos como el uso eficiente de recursos (agua, energía y materiales), la calidad del aire interior, la gestión de residuos y la innovación en el diseño.
Para la certificación LEED, existen diferentes niveles de certificación, como el Platino que requiere la acreditación de 80 puntos mínimo; Oro, 60 puntos mínimo; Plata, 50 puntos mínimo y el Certificado, 40 puntos mínimo. Estos puntos se obtienen mediante la suma de varios aspectos que son los que se puntúan como por ejemplo: diseño sostenible (26 puntos), selección de materiales (11 puntos), eficiencia del agua (6 puntos), eficiencia energética (33 puntos), calidad del aire interior (6 puntos), innovación en el diseño (5 puntos) y optimización de la operación (5 puntos).
Es decir, para lograr una mayor puntuación, lo recomendable es implementar estrategias de diseño bioclimático para reducir el consumo de energía; utilizar materiales reciclados, de origen local y con bajo impacto ambiental; instalar sistemas de captación y reutilización de agua; implementar medidas de eficiencia energética en sistemas HVAC (heating, ventilation and air conditioning), iluminación y electrodomésticos; garantizar una buena calidad del aire interior mediante sistemas de ventilación y monitoreo; incorporar soluciones innovadoras y tecnologías de vanguardia e implementar un programa de gestión y mantenimiento para optimizar el funcionamiento del edificio.
Por lo respecta a la certificación BREEAM, también existen diferentes niveles de certificación como el Excepcional para el que se requiere acreditar con el 80 por ciento como mínimo; Excelente, con el 60 por ciento mínimo; Muy Bueno con el 50 por ciento mínimo; Bueno con el 40 por ciento mínimo y Aprobado con el 30 por ciento mínimo. Estos corresponderán a la suma de varios aspectos que se hayan cubierto como: gestión del sitio (12%), salud y bienestar (17%), energía (19%), transporte (9%), agua (6%), materiales (10%), residuos (7%), ecología (6%), gobernanza (5%),innovación (5%).
O sea, esta certificación para lograr un mayor porcentaje que contribuya a una mejor calificación, se recomienda minimizar el impacto de la construcción en el sitio y sus alrededores; crear espacios saludables y confortables para los ocupantes; reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero; fomentar el uso de medios de transporte sostenibles; disminuir el consumo de agua y tratar las aguas residuales de manera eficiente; utilizar materiales de origen responsable y con bajo impacto ambiental; implementar un plan de gestión de residuos para minimizar la generación de desechos; proteger y conservar la biodiversidad en el entorno del edificio; aplicar prácticas de gestión responsables y transparentes y= finalmente incorporar soluciones innovadoras y tecnologías de vanguardia.
Los beneficios de obtener una certificación LEED o BREEAM realmente son numerosos, tanto para los desarrolladores de proyectos como para los ocupantes de los edificios, aquí te enumeramos algunos de los más significativos:
Ahorros en costos:
Ya que suelen ser más eficientes energéticamente y utilizan menos agua, lo que se traduce en ahorros significativos en costos operativos a largo plazo.
Mayor valor de la propiedad:
Pues son más atractivos para compradores e inquilinos que buscan espacios sostenibles.
Mejor salud y bienestar de los ocupantes:
Pues suelen tener una mejor calidad del aire interior y un ambiente más saludable para sus ocupantes, lo cual puede mejorar su productividad y bienestar.
Reducción del impacto ambiental:
Estas edificaciones utilizan menos recursos y generan menos residuos, lo que contribuye a reducir su impacto ambiental y proteger el planeta.
Para obtener una certificación LEED o BREEAM, se deben cubrir una serie de pasos que incluyen:
Registro del proyecto:
El primer paso es registrar el proyecto con el organismo certificador correspondiente (USGBC para LEED y BRE para BREEAM).
Evaluación documental:
El organismo certificador revisará la documentación del proyecto para verificar que cumple con los criterios de la certificación.
Evaluación en sitio:
El organismo certificador realizará una visita al sitio para verificar la implementación de las medidas sostenibles.
Emisión del certificado:
Si el proyecto cumple con todos los criterios, el organismo certificador emitirá el certificado correspondiente.
Si se está considerando buscar una certificación para una edificación, para ambos casos la recomendación es iniciar el proceso desde las etapas más tempranas del proyecto, para integrarlas al diseño y la construcción. También te sugerimos formar un equipo multidisciplinario que involucre a arquitectos, ingenieros, contratistas y otros profesionales con experiencia en construcción sostenible, con quienes podrás establecer metas ambiciosas, fijando objetivos claros y desafiantes para el desempeño ambiental del proyecto.
La selección de productos y materiales sostenibles, serán pieza clave durante este proceso, así que da preferencia a aquellos con bajo impacto ambiental, de grado ecológico y/o que hayan sido certificados por entidades reconocidas. Por supuesto, no puedes dejar de lado la implementación de prácticas de construcción eficientes utilizando técnicas de construcción que minimicen el consumo de recursos y la generación de residuos.
Recuerda documentar el proceso y llevar un registro detallado de las medidas sostenibles implementadas durante el proyecto, que además de servir para aplicar a la certificación, ayudará a evaluar la eficiencia del proyecto y realizar estimaciones respecto a los puntos o porcentajes que podemos ir obteniendo, y por supuesto para hacer una autoevaluación que permita corregir y replantear en pro de la mejora continua.
Mediáticamente hablando, es muy importante que no olviden cacarear el huevo, comunica los logros e informa a los stakeholders involucrados sobre los beneficios ambientales del proyecto, para los medios de comunicación este tipo de edificaciones son bien valoradas por el impacto ambiental, social y de salud, que representa, más en estos momentos donde debemos optimizar el uso de recursos, por lo tanto ellos pueden ser de gran ayuda para permear el mensaje a los otros grupos de interés que se tengan.
Al obtener alguna de estas certificaciones, los desarrolladores de proyectos pueden exponer su compromiso con el medio ambiente, ofrecer espacios más saludables y eficientes a sus ocupantes y obtener importantes beneficios económicos derivados de los ahorros que implica el uso de tecnología y materiales de grado ecológico.
En nuestro siguiente número te platicaremos de otras certificaciones de construcción sostenible disponibles aquí en México, como son el Programa de Certificación de Edificaciones Sustentables (PCES) de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (SEDATU), esperando que la adopción de estas prácticas sostenibles en la industria de la construcción sea un paso crucial hacia un futuro más verde y resiliente para todos.