THE LINE, ¿Sustentabilidad real o espejismo verde?
Seguramente has escuchado hablar de THE LINE, un megaproyecto en Arabia Saudí, que se presenta como un modelo urbano respetuoso de la naturaleza, sustentabilidad y preservación de espacios, el cual se vislumbra que proporcione un entorno único para el crecimiento económico. THE LINE, consiste en una ciudad lineal en medio del desierto, que calcula extenderse hasta 170 kilómetros, cruzando los valles desérticos y montañas hasta llegar al mar rojo; esta edificación se elevará hasta 500 metros de alto, pero sólo con 200 metros de ancho, dentro de los que se planteaba albergar inicialmente a 9 millones de habitantes (cifra que de acuerdo con las más recientes publicaciones puede variar a la baja). Evidentemente se trata del megaproyecto más impresionante de todos los tiempos.
Y es que cualquiera pensaríamos que se trata de una ciudad futurista sacada de una película de ciencia ficción, aunque si esto fuera cierto no se estaría viendo en serios aprietos debido a las complejidades que implica un proyecto de estas dimensiones, que dicho sea de paso no será nuestro tema de discusión pues analizaremos rápidamente el proyecto, sus alcances y nos formularemos una interrogantes respecto a la interacción con el usuario desde un punto de vista visionario, utópico y como una propuesta sostenible, misma que significaría la reducción en la huella de infraestructura, lo que daría paso a eficiencias energéticas y sostenibles nunca antes vistas en una ciudad. Esta propuesta por sí misma ofrece un nuevo enfoque para el diseño urbano, mediante la idea de estratificar verticalmente las funciones de la ciudad mientras se da a las personas la posibilidad de moverse sin problemas en tres dimensiones, arriba, abajo o a través para acceder a ellas, a esto se le conoce como Urbanismo de Gravedad Cero. Para ello han echado mano de los mejores arquitectos, estructuralistas, ingenieros y diseñadores alrededor del mundo, quienes han explorado los últimos avances en cada una de estas disciplinas, por supuesto ya aplicadas con anterioridad en otras ciudades, pero por separado, siendo esta la primera vez en que se integrarían en un sólo proyecto.
Este desarrollo no sólo está considerando erigirse como único en su clase, sino que también será respetuoso con la topografía del lugar de tal manera que pretende integrarla orgánicamente, como por ejemplo en las montañas, donde cuando la topografía se eleve THE LINE desaparecerá entre ellas y además en todo el trayecto, su exterior se mimetizará mediante cristales que reflejarán el entorno. Toda esta construcción se planea sea cien por ciento sustentable, desde la extracción de agua (que un inició se consideró traerla desde el mar rojo a través de un canal, previa desalinización y que por ahora el proyecto está detenido por tema presupuesto), hasta el uso de energía solar, eólica e hidrógeno, la cual se aprovechará no sólo para el desarrollo de la infraestructura sino también para abastecer a la ciudad.
En corto, este proyecto propone una organización urbana innovadora donde parques públicos, áreas peatonales, escuelas, hogares y lugares de trabajo se ubiquen estratégicamente para facilitar el desplazamiento y satisfacer todas las necesidades diarias, de tal manera que los residentes puedan moverse sin esfuerzo dentro de un espacio compacto, a través de sus diversos espacios abiertos, suspendidos en varios niveles, prometiendo llegar de un extremo a otro en tan solo 20 minutos.
Y ya que tocamos este tema de la movilidad hay que puntualizar que el traslado de un punto a otro se pretende realizar a través de una red de transporte público que tenga varias alturas, para que sin importar en donde te encuentres puedas subir o bajar a tomarlo. La idea es que todo lo que una persona necesite esté a menos de 5 minutos caminando, o sea se crearán módulos donde se distribuya el espacio de tal manera que encuentres lo mismo en el lugar en donde estás, que, si avanzas 20 minutos, justo para evitar el desplazamiento, dicho por el Director Ejecutivo, Giles Pendetlon y Michio Kaku Fisico Teórico y Futurista, “es como si estuvieras en el centro de Manhattan donde tienes casi todo a poca distancia”, esto da como resultado la contención urbana gracias a una huella de infraestructura reducida.
Otra de las soluciones que propone este concepto para garantizar el establecimiento de espacios microclimáticos, es el diseño del entorno, mismo en el que se ha considerado un equilibrio óptimo de luz solar, sombra y ventilación natural, mediante la integración de la naturaleza y espacios abiertos en toda la ciudad, con lo que se espera mejore la calidad del aire, se prevé que haya naturaleza inmersa en las paredes de la edificación, a través de los diversos niveles del complejo, incluyendo en las conexiones que hay entre un extremo del edificio y el otro.
El uso de la domótica sin duda alguna se hará presente, pues se considera la automatización de los servicios que estarán alimentados por inteligencia artificial. Por lo que respecta a la construcción, ésta se industrializará en gran medida al avanzar significativamente en las tecnologías de construcción y los procesos de fabricación.
Finalmente llegamos a la parte donde hablaremos de los usuarios, pues al decir de los responsables del proyecto, “la salud y el bienestar de las personas serán prioritarios sobre el transporte y la infraestructura, a diferencia de las ciudades tradicionales”, sin embargo, en este punto se abren varias interrogantes respecto de la lectura del usuario, si bien el proyecto en sí mismo es ambicioso, tendríamos que saber si se están considerando los efectos a largo plazo del mismo, incluyendo las problemáticas de salud mental y bienestar que podrían surgir de vivir en un entorno tan confinado (considerando la experiencia que tuvimos después de haber vivido y sobrevivido a una pandemia). Por otra parte, también genera curiosidad el cómo se adaptará la ciudad a las necesidades y expectativas cambiantes de los residentes en el futuro.
En otro sentido, no podemos dejar de preguntarnos, qué tan verdaderamente respetuosa del medio ambiente es esta construcción, que si bien es una completa maravilla por su diseño futurista, estaría alterando ecosistemas y hábitats, como por ejemplo, el tránsito de animales que migran de un lugar a otro, pues quedarán separados por un enorme muro; las aves muy probablemente se estrellen en los cristales pues éstas no saben que aquella estructura que mimetiza el entorno se trata de un reflejo; por su parte la desalinización del agua de mar puede causar un desequilibrio en los ecosistemas marinos y su sobre explotación aún más. Es decir, ¿existe un plan sobre cómo se protegerá la biodiversidad en el área circundante y los recursos naturales durante y después de la edificación del proyecto?
THE LINE definitivamente es un proyecto afanoso y controvertido que plantea interrogantes importantes sobre el futuro de las ciudades, la sustentabilidad y la vida en comunidad. Por esta razón es importante analizar el proyecto a profundidad, considerando sus potenciales beneficios y riesgos, antes de emitir un juicio definitivo sobre su viabilidad, donde aquí, quien tiene la última palabra, eres tú.